Los estimulantes de raíces son muy importantes en nuestros cultivos durante el crecimiento de las plantas. Con su uso podemos llegar a obtener un sistema radicular bastante grande, por lo que tendremos al final de la cosecha unas plantas fuertes y más productivas. Ayuda también a aumentar las defensas de la planta y la calidad del sustrato.
Al igual que debemos proporcionar a nuestras plantas estimulante de raíces en sus primeras semanas de vida, también debemos hacerlo durante los trasplantes para que puedan agarrarse bien al nuevo sustrato creando más raíces y absorbiendo mejor los nutrientes.
Tipos de estimulantes de raíces
Tienes que tener en cuenta que según la marca del estimulante, puede variar su composición. Nosotros te los explicaremos en general, esto no significa que todos ellos contengan los componentes mencionados.
Estimulantes de origen mineral (químico)
Los estimulantes químicos pueden contener nitrógeno, calcio, fósforo, magnesio y azufre. También pueden contener trazas de cobre, molibdeno, boro, zinc, hierro y manganeso.
Estimulantes de origen bio-minerales (bio-químico)
Estos estimulantes suelen contener hierro, magnesio, zinc, cobre, molibdeno, cobalto, yodo, boro, fósforo, potasio, nitrógeno, calcio, sodio, hierro y manganeso. Además algunos también contienen vitaminas B1, B2, B12, ácidos fólicos, aminoácidos, azúcares y encimas vegetales.
Estimulantes de origen orgánico (biológico)
Los estimulantes de origen biológico, suelen contener porcentajes bajos de nitrógeno, potasio y fósforo. Otros sin embargo, pueden contener extractos de algas marinas, ácidos húmicos, agua, vitamina B1 y vitamina E
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