Los estimulantes de raíces son muy importantes en nuestros cultivos durante el crecimiento de las plantas. Con su uso podemos llegar a obtener un sistema radicular bastante grande, por lo que tendremos al final de la cosecha unas plantas fuertes y más productivas.
El THC (Tetrahidrocannabinol) es uno de los principales cannabinoides y componente psicoactivo de la marihuana. Con el tiempo, se han ido creando variedades de marihuana que pueden contener mayor o menor porcentaje de THC, pudiéndose satisfacer así los gustos y preferencias de los cultivadores y consumidores.
Las semillas feminizadas tienen una ventaja respecto a las regulares. Esta variedad, solo crea plantas hembras, es decir, no habrá preocupación de que nazcan plantas macho y tengas que quitarlas para que no polinicen las plantas hembras.
Si tu objetivo es aumentar tu producción y tienes el espacio suficiente, la mejor opción es cultivar en huerto. A continuación te contaremos como debes hacerlo para que tengas una cosecha espectacular.
Este tipo de semilla, se ha conseguido gracias a la mezcla de plantas de marihuana con genética Ruderalis y plantas fotodependientes. Gracias a esta mezcla, con las plantas autoflorecientes se obtienen resultados más rápidos y se puede cultivar prácticamente durante todo el año pues su floración comienza a partir de la segunda o tercera semana sin importar la luz recibida.
A la acción de quitar los tallos y las hojas de los cogollos, se le llama manicurar. Según el resultado que quieras tener y en las condiciones en las que las plantas hayan crecido, podrás utilizar una técnica de manicurado u otra.
Las semillas en estado natural germinan en primavera (cuando hay unas condiciones favorables) y termina de crecer a finales de verano. Empiezan a florecer cuando los días son más cortos, se reproducen, crean semillas y mueren.